Cada tanto me entra la imperiosa necesidad de hacer un tebeo disparatado que no me sujete a ningún patrón, con una historia que vaya a la deriva sin rumbo fijo. Si a eso le sumamos un poco, o mucho, de guarrez y absurdez (con EZ todo mejor) pues fijo que acabo pasándolo pipa. Eso me pasó con El Último Hombre y también con este El Fuego, editado por Caramba! y ahora dentro del catálogo de Astiberri (podéis comprarlo aquí)
Tampoco este tebeo se vendió muy bien, pero poco a poco empezó a tener muy buenas críticas y mucha gente suele decirme que es uno de sus preferidos.
