martes, julio 29, 2014

Resumiendo...

Creo que la última entrada fue en Mayo. Vale, no es tanto tiempo, pero lo cierto es que no he actualizado mucho este blog últimamente. No tanto como creo que debería. Y aunque los blogs no estén de moda, le tengo cariño, y más me vale demostrárselo.

Os cuento:

Estos últimos meses he ido avanzando lo que he podido con mi cómic Heavy 1986. Digo lo que he podido porque trabajar sin adelanto (¿cómo además tenerlo si no tengo editorial?) no es fácil cuando tienes que pagar facturas y cuidar de un niño de dos años. Lo último que he hecho es reordenar los capítulos que llevo. Ahora, creo, la narración ha cobrado más vida además de haber podido hacer encajar algunos acontecimientos cruciales de aquel año 1986 que no podía dejar fuera.

Repasando noticias me he encontrado con que fue un año realmente movido: referéndum de la OTAN con el consabido declive del PSOE, uno de los años más sangrientos de ETA y encima el accidente nuclear de Chernobyl que tenía a toda España pendiente de las elucubraciones sobre una posible llegada de vientos cargados de radioactividad.

Espero que, para los que no vivieron aquellos sucesos extraordinarios, incluirlos en el tebeo sirva como ayuda para comprender el éxito del heavy metal entre un sector muy definido de la juventud española en un momento muy concreto de nuestra historia. No voy a hacer sociología que no es mi campo, pero todos los movimientos musicales parecen deberle algo a su época, y el heavy no podía ser menos.

Estos meses he ido haciendo algunos trabajos, no tantos como sería bueno para mi maltrecha economía, pero que me han ayudado a repensar mi forma de ilustrar. Como no podía ser de otra manera, gracias a consejos de colegas como Fermín Solís que siempre está al quite ¡gracias amigo! y gracias a Eva Pérez Casesmeiro por encargarme cosas que nadie antes me había pedido, como un CV ilustrado para Linkd In o el repaso dibujado de dos años de su vida (aún tengo pendiente acabar el segundo)



También he hecho varios cuentos, pero finalmente han servido más como campo de pruebas que como obra acabada. Tengo que darle más vueltas a esto de los cuentos infantiles, no es moco de pavo y creo que aún estoy pillándole el truco.



Una selección de mis últimos trabajos alimenticios -como solemos decir sabiendo que lo otro es amor al dibujo en la mayoría de los casos-




Aunque quedan más cosas, no quiero aburrir a nadie así que acabo ya con la portada de lo que hubiera sido el disco de mi querido y admiradísimo Pablo Errea y que creo que se quedará en el limbo por ahora pero que es una joya, os lo juro. También he dibujado algunos logos para proyectos en los que anda involucrado Pablo y que si ven la luz (o si no) os anunciaré por aquí.


Pronto os cuento más cosas ¡feliz verano!